3 de septiembre de 2010

Leyenda de Gustavo Bécquer - El beso

Esta leyenda comienza con la vuelta de un grupo de soldados con su joven capitán regresan a  Toledo al pueblo de Zocover  y buscando alberge y lo encontraron en un convento por la montaña el que se encontraba completamente desmantelado  porque los mismos soldados después que los monjes dejaran el convento los soldados a cuestas del frio arrancaron puertas y todo lo que se pudiera quemar y dar calor.
El joven general y sus soldados no demoraron mucho tiempo un quedarse dormidos.
Al día siguiente un soldado le pregunto al capitán que tal había pasado la noche y él le dijo que la  paso con una mujer soldado le pregunto si es que era un viejo amor y él le dijo que no y comenzó a describirla  ya eran algunos los que le oían y le preguntaron si sabía su nombre y él le dijo que no porque era sorda, ciega, muda y el capitán dijo que sí que era una estatua les dijo que era u mármol esculpido por los dioses la mujer que desde niño había soñado  pero  junto a ella hay un guerreo, su marido los soldados se burlaron de él; ellos le pidieron que les presentara a tan bella mujer pero él  les dijo que no entonces ellos le dijeron que no pensara que se la quitarían pero él dijo que no sentía celos los cito en la noche para tomar champagne y conocieran a tan bella mujer. 
Llego la noche y los soldados se enteraron que las estatuas eran  de  un importante guerrero y Doña Elvira de Castañeda. Los soldados estaban borrachos, le acercaron a la estatua del guerrero el vino a los labios y le arrojaron la copa entera sobre la cara. El capitán dijo que los labios de la mujer le incitaban a besarlos, cuando iba a besarla el guerrero levantó su brazo y le dio un golpe que lo tiró al suelo echando sangre por la boca, nariz y ojos.

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